Desconozco desde cuándo “trabajar bien bajo presión” se considera una habilidad requerida por las organizaciones y destacada por las personas que buscan trabajo. Sin embargo, si revisamos con detenimiento el significado de “presión”, creo que deberíamos reconsiderar que trabajar bajo presión no es una habilidad deseada socialmente en la actualidad.
Si nos remitimos a las definiciones de presión de la RAE, encontraremos que presión es la acción de apretar o comprimir; es una fuerza moral o influencia ejercida sobre una persona para condicionar su comportamiento; y/o es el acoso continuado que se ejerce sobre el adversario para impedir su reacción y lograr su derrota.
Por lo tanto, los mensajes que las organizaciones transmiten cuando expresan que buscan a alguien que trabaje bien bajo presión, pueden interpretarse como que la organización está aceptando que tiene un mal ambiente que tiende a apretar o comprimir a sus miembros; o que tiende a condicionar sus comportamientos; y/o que los acosa continuamente.
Y por la otra parte, las personas que consideran que trabajan bien bajo presión, están destacando su habilidad para trabajar bajo acoso constante, bajo condicionamiento y/o bajo la sensación de estar siendo comprimidos física, mental o emocionalmente. Lo anterior podría interpretarse como que “no importa el maltrato que reciba, aún así trabajo bien”. Esto era algo positivo en tiempos de la esclavitud, pues un esclavo que aguante bien la presión, sin lugar a dudas era más útil.
No obstante, en tiempos modernos donde las personas valoran más el propósito de la organización y de su rol, el ambiente laboral y la responsabilidad social, entre otros aspectos, que el propio salario, la habilidad de trabajar bajo presión parece ser obsoleta, anticuada y mandar un mensaje negativo. Por lo tanto, habilidades como “innovación”, “flexibilidad”, “capacidad de mejoramiento continuo” o “capacidad para asumir retos” podrían ser habilidades que transmitan un mensaje mucho más positivo y acertado sobre lo que realmente están buscando en las personas.
Asumo también que algunas personas y organizaciones se defenderán diciendo que la presión es externa, es decir que están en una industria o sector muy competitivo, de mucha presión, y que por lo tanto, las personas deben tener la habilidad de trabajar bien bajo presión. Lo anterior, si bien puede ser cierto, le quita a la organización la responsabilidad de reducir esa presión.
Y finalmente, ¿qué es trabajar bien bajo presión? Si es sólo aguantar, pues no debería ser una habilidad muy deseada, considero yo. Si por el contrario es, pese a la presión, adaptarse, innovar, hacer las cosas mejor y asumir nuevos retos, entonces creo que el foco no debería estar en el medio sino en el fin, es decir, la habilidad no es trabajar bien bajo presión, es ser flexible, innovador y tener la capacidad de asumir nuevos retos.
Espero les haya gustado esta moción y que poco a poco las personas y las organizaciones reconsideremos que “trabajar bien bajo presión”, entendiéndola como una capacidad de aguante, no debería ser una habilidad laboral en la actualidad. Espero que nadie quiera un trabajo donde pueda demostrar que tiene aguante o que nadie busque alguien que sólo aguante bien.
Déjame tus comentarios y confírmame si tienes “trabajar bien bajo presión” como una habilidad en tu hoja de vida y/o si aplicas con satisfacción a roles que indican que buscan a alguien que “trabaje bien bajo presión”. O contáctame si deseas apoyo en tu organización en temas como este.
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* Imagen de Gerd Altmann en Pixabay.