Convirtiendo la cultura en historias

Las organizaciones actuales que triunfan son aquellas que poseen una fuerte cultura organizacional que motiva a los mejores talentos, proveedores y clientes a querer ser parte de ella.  Sin embargo, lograr una fuerte cultura organizacional no es tarea fácil pues requiere una claridad estratégica de la cultura deseada y una transformación total de la organización acorde para que la cultura se evidencie en cada aspecto, proceso y colaborador.

Ahora, si bien la siguiente táctica no es una fórmula mágica, si estoy convencido que puede ser una herramienta muy útil, si se usa adecuadamente, para lograr movilizar la cultura.  Por lo tanto, si estás buscando fortalecer la cultura de tu organización te recomiendo convertir la cultura en historias que sean fáciles de contar, entender y replicar.

Muchas veces las organizaciones creen que poniendo el propósito, la mega, la visión, la misión, los valores o cualquier otro aspecto que consideren constituye los principios de la cultura deseada en tableros, volantes, paredes, medios de comunicación o redes sociales es suficiente para que cada colaborador entienda y evidencie esa cultura en cada momento.

El problema radica en que somos muy buenos definiendo el qué queremos ser, pero no el cómo lo lograremos o el cómo se evidencia lo que queremos lograr. Así pues, convertir esos principios que constituyen la cultura en historias del día a día, con las que los colaboradores puedan identificarse y sobre todo, tener como referente para replicar en situaciones similares, se convierte en una herramienta super poderosa.

Imaginemos que una organización tiene como principio “el cliente primero”, pero a los colaboradores se les mide por seguir el proceso al pie de la letra. Por lo tanto, poner al cliente primero suena muy bonito pero en la práctica sería un poco inoperable. Sin embargo, si contamos una historia en donde un colaborador fue más allá del proceso para resolver la necesidad del cliente, y reconocemos que de eso se trata poner al cliente primero, entonces los colaboradores podrán tener una mejor idea de cómo ese principio se aplica en la cultura deseada.

Espero esta táctica te ayude a fortalecer tu cultura y recuerda que si deseas mayor apoyo, no dudes en contactarme para que juntos construyamos e implementemos la cultura deseada en tu organización.


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